Las familias de los 67 soldados fallecidos en combate llamaron al Gobierno a asumir su responsabilidad por la muerte de sus hijos.
El informe indica que hubo fallos graves en la información de la que disponían los servicios de inteligencia militar y que eso pudo llevar a la muerte innecesaria de soldados en la ofensiva, que duró 50 días.
En una carta dirigida al Parlamento israelí, las familias de los caídos en la ofensiva instan a los diputados a "adoptar totalmente las concluciones del informe" para asegurarse de que "la próxima amenaza no se convierte en otra guerra".
"Como fueron ustedes los que mandaron a nuestros hijos a la guerra, la responsabilidad moral de aplicar las lecciones aprendidas les corresponde a ustedes", señalan las familias.
Además, acusan a los servicios de seguridad e inteligencia y al Consejo de Seguridad Nacional de "no asumir la responsabilidad" por los fallos en la preparación antes de la ofensiva.
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"Nos merecemos respuestas y nos merecemos unos líderes que asuman responsabilidades", subrayan las familias en la carta, leída en la Kneset (Parlamento).
