Catador de comida para mascotas
Electricista en Japón
Japón se considera uno de los países más industrializados del mundo. Las megalópolis de este país se caracterizan por cientos de líneas de electricidad que conectan los edificios y las centrales eléctricas locales. Sin embargo, solo un 7% de las comunicaciones de la capital del país, Tokio, están bajo tierra, ya que es técnicamente imposible trasladar todos los cables a la vez.
Recolector de desechos en la India
Cientos de recolectores fallecen anualmente debido a las lesiones o por inhalar en los sistemas de canalización vapores venenosos. No tienen uniformes de protección o herramientas especiales, y tienen que trabajar más de 12 horas al día por poca paga, puesto que pertenecen a la casta inferior —'shudrá'—. Pese a que las autoridades indias prohibieron la limpieza manual del alcantarillado, estas personas no tienen otra alternativa.
Experta en olores desagradables
Sharon Pugh trabaja como experta en olores naturales en la empresa británica Unilever. Pero, ¿qué hace en la oficina? Su trabajo consiste en oler las axilas de las personas y luego, tomar notas. Entonces, vuelve a olerlas después de que usan un desodorante de Unilever para comprobar si es suficiente efectivo. Después de unas horas, lo hace por tercera vez. Según Pugh, la gente alrededor de ella huele a 'cebolla', 'vinagre', 'queso agrio' y 'trapos mojados'.
Doble de mono
Cuarenta mimos, vestidos de langures grises, protegen las calles de la capital india, Delhi —así como el territorio del Parlamento del país—, de los macacos agresivos. Los dobles caminan en cuatro patas, gritando y escondiéndose detrás de los árboles. Pero, ¿por qué se decidió contratar a actores, y no a animales auténticos? El hecho es que los defensores de animales recurrieron a los tribunales después de que las autoridades hubieran decidido usar langures para atacar a macacos arrogantes.
Trabajadora de una fábrica de juguetes sexuales
Hace unos años, una periodista de Buzzfeed, Natasha Vargas-Cooper, visitó una fábrica de consoladores situada en EEUU.
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Según ella, cientos de mujeres religiosas de procedencia hispana, fabricaban a mano miles de dildos, tras lo cual los pintaban. Vargas-Cooper opinó que probablemente la mayoría de ellas ocultaban a sus familias su ocupación.
