"Es obvio que encontraremos la forma de reaccionar a un escenario desfavorable (…) Pero no se traducirá necesariamente en una carrera armamentista", dijo el diplomático a Sputnik.
Uliánov comentó en estos términos los pronósticos que apuntan a una nueva militarización de Europa ya que Washington continuará el despliegue de su escudo antimisiles.
Tras catalogar de "negativa" la propia probabilidad de que se socave la estabilidad, auguró que se logrará mantener el equilibrio de uno u otro modo.
"Los países occidentales carecen de un argumento convincente para crear el escudo antimisiles", puntualizó.
Moscú, remarcó, ve como un mero pretexto los razonamientos que apuntan a Irán.
"El pacto nuclear alcanzado con Irán no ha conllevado cambios en los planes (de Washington) de construir un escudo antimisiles global", subrayó.
En mayo de 2016, la OTAN puso en marcha el sistema estadounidense Aegis Ashore en la base rumana de Deveselu, a unos 600 kilómetros al oeste de la península rusa de Crimea.
El emplazamiento de sistemas antimisiles de EEUU en Europa provoca un fuerte rechazo de Rusia, que interpreta este despliegue como una amenaza a su capacidad de disuasión nuclear.