19 de enero 2017, 14:13 GMT
En esta cárcel el pasado 14 de enero un enfrentamiento entre miembros de las facciones rivales Primeiro Comando da Capital (PCC) y el Sindicato do Crime (SN) dejó 26 muertos, y la tensión se mantiene desde entonces, con continuos conatos de nuevos motines y matanzas.
Los agentes penitenciarios llegaron este jueves al estado de Río Grande do Norte como parte de un plan de ayuda del gobierno federal: son 78 funcionarios procedentes de Río de Janeiro, Ceará, São Paulo y Brasilia que estarán en el estado durante 30 días.
Para que la situación en la cárcel vuelva a la normalidad el gobierno del estado está construyendo dos muros, uno definitivo y otro provisional hecho con contendedores para separar a los presos de las facciones enemigas en dos zonas diferentes.
Tras la matanza las calles de la capital del estado, Natal, registraron una ola de violencia, con ataques a autobuses y edificios y vehículos gubernamentales.
El gobernador de Río Grande do Norte, Robinson Faria (Partido Social Democrático) pidió ayuda y el gobierno central envió al Ejército.
Los militares ya patrullan por las calles de la ciudad y aunque debían irse el día 30 de este mes el gobernador anunció que pedirá al gobierno federal una prórroga para que estén diez días más.