En octubre pasado el Gobierno noruego decidió acoger por medio año a soldados de EEUU que irán rotando en el marco del acuerdo bilateral de cooperación para la instrucción militar.
Aunque se trata de un tipo de colaboración de prueba, la decisión del Gobierno ya provocó crítica en el país: los oponentes indican, en particular, que desde su ingreso a la OTAN en 1949 Oslo nunca autorizó la presencia de tropas extranjeras en su territorio en forma permanente en tiempo de paz.
No obstante, la ministra noruega de Defensa, Ine Eriksen Soreide, explicó que el acuerdo no contradice la política tradicional del país.
"La cooperación de prueba prevé una rotación de los militares estadounidenses, por tanto, no se trata de su emplazamiento permanente en Noruega, o de la creación de una base estadounidense en Noruega", dijo.
Para finales del año, el Gobierno noruego tiene previsto analizar la eficacia de la colaboración de este tipo.