A la hora de la explosión, Al Surgeri estaba cerca de los automóviles. El ataque fue provocado por Daesh —grupo terrorista prohibido en Rusia y otros países—.
Aprovechando la espesa niebla, los yihadistas se infiltraron en la zona de Kokjla y, cerca del mercado local y del departamento de Policía, explosionaron los vehículos.
Al menos 23 personas murieron en este triple atentado con coches-bomba, entre las cuales hay como mínimo 15 civiles, según los últimos datos de la BBC.
"El Ejército iraquí ha liberado la zona de terroristas. El atentado resultó posible solo por la mala visibilidad de esta mañana", aseguró Al Surgeri.
Los aviones de guerra iraquíes bombardearon posiciones yihadistas inmediatamente después del incidente para contener a los radicales.