En declaraciones a la emisora NPR, Obama aseguró que su país respondería a Rusia por su presunta injerencia en las elecciones de EEUU a través de ciberataques a instituciones norteamericanas.
"Parece ser una respuesta política a estas alturas, porque parece que el presidente está bajo presión del Equipo Hillary que no puede aceptar el resultado electoral", dijo Conway en una entrevista con la cadena CBS.
Al mismo tiempo, Conway aseguró que el equipo del mandatario electo "respetará los motivos y las acciones" de Obama, "sean cuales fueren".
Pero "eso no quiere decir que el nuevo presidente Trump esté de acuerdo con ellos", matizó.
Asimismo, rechazó de plano las acusaciones del portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, de que Trump conocía las acciones de los hackers que supuestamente el ayudaron, y negó contactos del equipo del magnate con Rusia para influir en las elecciones.
Conway instó a que los servicios secretos hagan públicas las pruebas de la 'intromisión rusa' en las presidenciales de EEUU.
"¿Dónde están las evidencias? ¿Por qué, cuando oficiales de la CIA fueron invitados a la Cámara de Representantes para una sesión sobre la Inteligencia, se negaron a acudir?", se preguntó, al subraya que tal actitud "mina la seguridad nacional y las operaciones de inteligencia" de EEUU.
El propio presidente electo de EEUU tachó de ridículas tales afirmaciones.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, las calificó de "gratuitas", y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, tildó de una "tontería" los informes sobre la presunta implicación de los dirigentes de Rusia en los ciberataques.
El presidente Vladímir Putin dijo a su vez que las filtraciones que se hicieron tras los hackeos no favorecen a Rusia, y que la histeria en torno a las mismas se azuzaba para desviar la atención de su contenido.