A diferencia de Occidente, Teherán y Moscú piensan en categorías históricas, considera el autor del texto periodístico.
Por lo tanto, los líderes iraníes en 1985-1986 decidieron renovar sus armas nucleares, que debían cumplir la tarea de disuadir a cualquier agresor y proteger el Estado de forma permanente. El país persa también es libre de comprar armas en el mercado internacional, lo que básicamente significa en Rusia, puesto que los dos países son aliados estratégicos. El destino de Libia y Ucrania demostró que Irán tiene toda la razón, continúa el periódico germano.
Irán gana con la cooperación más estrecha con el país eslavo. "Rusia es el único territorio al que todo el mundo, sin excepción, tiene que tomar en cuenta. EEUU ya no tiene esa autoridad, y quién dice que la tuviera alguna vez", concluye el autor.