En Occidente, los altos cargos asisten atónitos a pasar lista a unos nombres de nuevos mandatarios que cada vez les pesan más en sus intenciones geopolíticas, militares y económicas.
En EEUU y Europa ya le están poniendo cara a sus nuevos fantasmas: Donald Trump, quien ya ha manifestado su intención de reiniciar sus relaciones con Rusia; Rumen Radev en Bulgaria, candidato apoyado por los socialistas y favorable a Rusia; Igor Dodon en Moldavia, quien planea llevar a cabo un referéndum sobre el rumbo geopolítico de su país y la necesidad de acercarse más a Rusia, y quien pronunció una frase cargada de intenciones: "voy a gobernar el país como lo hace Putin".
A esta altura esta lista es un no parar, y nadie, ni Barack Obama, ni Angela Merkel, ni François Hollande, ni la OTAN, pueden hacer nada por evitar la "sangría" mientras asisten a la caída de su castillo de naipes. Agitar fantasmas ya no conmueve a los ciudadanos occidentales que a golpe de un recurso democrático como son los votos, está echando de su templo a quienes los han llevado por el camino del conflicto y la destrucción del bienestar.
Luis Rivas, columnista de Sputnik y exdirector de EuroNews, señala que está claro que "si tomamos en cuenta la elección de Donald Trump, lo que está pasando en Europa Central y del Este, o en Francia con Fillon, a quienes la prensa occidental considera ‘amigos de Rusia’, o políticos ‘prorrusos’, están ganando puntos".
Mientras Angela Merkel, quien se niega a perder en el juego de la silla, se presentará como candidata democristiana a las elecciones del próximo año. Si gana, permanecerá en el poder los cuatro años. De ser así, habrá liderado a su país 16 años. Claro, si en Latinoamérica un líder permanece 16 años en el poder mediante elecciones democráticas, es una dictadura. Pero Merkel es alemana.
Rivas explica que "Merkel se queda sola después de la desaparición política de Barack Obama para defender una visión más proatlántica de Europa, pero no lo va a tener tan fácil esta vez, porque aunque dentro de su partido no tiene rival, el aumento de la oposición dentro del Bundestag (Parlamento alemán) será mayor, teniendo en cuenta también que hay otros partidos nacionalistas que critican duramente su política".
"En conclusión, toda esta ofensiva que ha venido desde EEUU y de sus aliados europeos, esta actitud ofensiva hacia el Kremlin de los tres últimos años se va a atenuar con los nuevos dirigentes si es que se confirma la llegada de Fillon al Elíseo, y si se confirman las palabras de Donald Trump", afirma Luis Rivas.
