Según los científicos, la energía de los fotones varió entre 65 y 175 gigaelectronvoltios, lo que ha llevado a que QSO B0218+357 se clasifique como una fuente de rayos gamma de gran intensidad, así como la más lejana desde que se tiene registro.
Además, este blazar se convirtió en la primera fuente de este tipo, cuya luz fue distorsionada por la lente gravitacional —en este caso, por la galaxia B0218+357G, la que curvó los rayos electromagnéticos y dividió los fotones en dos flujos—.