En octubre de 2015, un Airbus A321 que volaba de Sharm el Sheikh a San Petersburgo se estrelló en la península egipcia del Sinaí. El incidente fue reconocido por todo el mundo como un atentado. La investigación del caso aún no está cerrada.
Como resultado del atentado fallecieron 224 personas, 199 mayores y 25 menores, en su mayoría rusos. Ni una sola persona escapó a la muerte, incluyendo a los siete tripulantes. La pasajera más pequeña del vuelo tenía tan solo 10 meses.