El tribunal de la provincia de Henan le encontró culpable de corrupción a gran escala y lo privó de sus derechos políticos, con una posibilidad de sustituir la sentencia de muerte por cadena perpetua si se revisa el caso.
Bai ejerció como secretario entre octubre de 2001 agosto de 2011.
Después de asumir el cargo en 2012, el presidente chino, Xi Jinping, lanzó una campaña a gran escala contra la corrupción, dirigida principalmente a los funcionarios de alto nivel en el Partido Comunista, las Fuerzas Armadas y las empresas estatales.