Los más de 2.500 chalecos de colores de la campaña #lifejacketlondon representan un cementerio de vidas perdidas o en peligro de morir tratando de llegar a Reino Unido y otros países de Europa.
La protesta forma parte de una cascada de denuncias sobre la aportación de la nueva jefa del Gobierno británico a la cumbre de la ONU sobre refugiados y migrantes, así como el encuentro adicional que presidirá el martes el presidente Barak Obama.
"Theresa May está cediendo al populismo reclamando la construcción de muros y la imposición de más estrictos controles al movimiento de las personas", protestó a Spútnik Nóvosti Alex Scrivener, responsable de estrategia política en Justicia Global Ahora.
La dirigente conservadora distinguirá entre refugiado y migrante económico y defenderá el sistema establecido de cursar la solicitud de asilo en el primer país seguro.
"Estas propuestas indican que la primera ministra intentará reforzar el insostenible status quo de bloquear las rutas de escape y dejar que los países pobres cobijen a casi nueve de cada diez refugiados mundiales", criticó Maurice Wren, director del Consejo de Refugiados.
El responsable en Reino Unido de la ONG urgió a May a "sentar ejemplo" adoptando medidas enfocadas a "salvar vidas" y un "sistema más equitativo de compartir la responsabilidad" de proteger a los refugiados.