"Somo testigos de un fenómeno inusual, la conversión de Europa en una región que en vez del bienestar tradicional irradia hacia fuera la inestabilidad", afirmó al reunirse con diversas ONG.
El ministro apuntó que "Rusia es parte de un mundo globalizado que está cambiando ante nuestros ojos, se están formando y reforzando nuevos centros de crecimiento e influencia, ante todo en la región de Asia-Pacífico".
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la situación en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia tras un referéndum celebrado en marzo de 2014, que los países occidentales calificaron de "anexión ilegal".