"Tras la transición política del poder Siria no debe convertirse en una versión levemente retocada de Daesh", indicó al señalar que se da la impresión que "es lo que buscan algunos de los opositores".
A la vez, Borodavkin señaló que la comunidad internacional confía en que Siria no se desintegre.
"La comunidad internacional confía en que la oposición pactará con Damasco la construcción de un Estado democrático, laico y de derecho, donde se conservarán las principales instituciones, en que no haya una desintegración del territorio", señaló.
El embajador subrayó que en ese Estado se deberán "respetar los derechos humanos incluidos de las minorías étnicas y religiosas".