"Hemos reforzado el control de los quieren ingresar en el país", dijo el canciller de Austria, Werner Faymann, en una entrevista al diario local Oesterreich que será publicada el domingo.
Esta medida, sostuvo Faymann, le permite al país introducir los controles fronterizos y rechazar a los solicitantes de asilo.
Con esta iniciativa que puede durar hasta seis meses, según el reglamento de Schengen, Austria se suma a Alemania, Noruega, Suecia y Dinamarca que reanudaron anteriormente los controles en sus fronteras argumentando la necesidad de detener la oleada de refugiados.
Según los últimos datos de Frontex, la agencia europea de fronteras, más de 1,55 millones de refugiados llegaron a la Unión Europea en los primeros 11 meses de 2015, una crisis migratoria que la Comisión Europea considera la peor desde la Segunda Guerra Mundial.