Según los expertos encuestados por el periódico, los cambios de composición cumplen con la necesidad de fortalecer la delegación rusa y al mismo tiempo envían una señal al Occidente sobre su intención de resolver el conflicto.
"Kremlin aspira a conseguir el cumplimiento de los acuerdos de Minsk de arreglo de Donbás, tal como son percibidos en Rusia, por supuesto", declaró al diario el director del Centro Carnegie de Moscú, Dmitri Trenin.
"Además, Berlín y París impulsan a Rusia", agregó el interlocutor del diario.
Trenin destacó que Alemania y Francia se expresan a favor de que Ucrania realice una reforma constitucional y Rusia "entregue Donbás en nueva calidad a Ucrania".
"En este caso (el líder ucraniano) Petró Poroshenko tendría chance de ser el que uniría a Ucrania, recuperando el control de Kiev sobre Donbás, aunque sea con ciertas condiciones", afirmó el experto.
Trenin declaró que Borís Grizlov debió haber visitado Kiev para discutir los detalles del futuro arreglo.
En abril de 2014, Kiev lanzó una operación militar en las provincias de Donetsk y Lugansk para ahogar los focos de indignación por el cambio de poder violento en el país en febrero de ese mismo año.
El Grupo de Contacto Trilateral aprobó el 12 de febrero un conjunto de medidas para aplicar los Acuerdos de Minsk que prevén entre otros puntos un alto el fuego, la retirada de armas pesadas y el inicio de un proceso político entre Kiev y las milicias de Donbás.