Ante el acuerdo de última hora alcanzado por las dos formaciones independentistas de Cataluña de cara a la creación de la primera presidencia secesionista, el Gobierno de España recuerda que todos estamos “sometidos al imperio de la Ley” y más aún “aquellos a quienes se les encomienda la representación de las instituciones”.
Para Rajoy, “no hay mayoría parlamentaria que pueda amparar o justificar actos ilegales o, menos aún, la pretensión de romper la soberanía nacional expresada en la Constitución”.
El Gobierno hace un nuevo llamamiento a la responsabilidad de los dirigentes de Cataluña “para que pongan fin a la estrategia de división y fractura de la sociedad catalana, y dediquen sus esfuerzos a buscar solución a los problemas de los ciudadanos en vez de generar nuevas tensiones”.
Rajoy traslada a las distintas fuerzas políticas la necesidad de que el próximo Gobierno de España cuente con “una amplia base parlamentaria que garantice la estabilidad y la capacidad para defender con solvencia y eficacia el derecho de todos los españoles a decidir sobre su país, y hacer frente al desafío independentista”.
Este mediodía, Junts pel Sí (Juntos por el Sí) y la organización anticapitalista CUP (Candidaturas de Unidad Popular) han pactado in extremis la primera presidencia independentista de Cataluña, tras apartarse del cargo Mas, el político cuyo empeño en mantenerse en el poder ha bloqueado las negociaciones para formar Gobierno durante tres meses.
Mañana se celebrará el pleno de investidura, el último día posible antes de una nueva convocatoria electoral.
El nuevo presidente del primero Gobierno independentista de Cataluña será, a propuesta de Mas, el alcalde de Gerona desde 2011, diputado en el Parlamento regional desde 2006 y presidente de la Asociación de Municipios Independientes de Cataluña, (AMI), Carles Puigdemont, de 54 años.