El mandatario, en alocución transmitida por la página web de la Presidencia, señaló que durante la reunión se analizaron varios de los puntos pendientes por definir en las conversaciones con la guerrilla, como el cese del fuego y las hostilidades, así como la seguridad del país durante el posconflicto y el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas para esa fase, la cual habría de darse después de que se firme el armisticio, el próximo 23 de marzo.
Durante su comparecencia ante la prensa, Santos detalló que se revisó la forma en que se le garantizará seguridad a los guerrilleros en las zonas donde se concentrarán tras la firma del acuerdo definitivo de paz.
La radicación de dicha carta se da en razón de las fuertes críticas que en diciembre pasado hizo al acuerdo de justicia transicional con las FARC el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, quien señaló que el mismo no beneficia a las víctimas, cuando sí a los guerrilleros, entre otros reparos.
"Respetamos y valoramos siempre las opiniones, pero hay que hacer precisiones que están en esa comunicación. En ningún proceso de paz en el mundo se ha acordado un sistema integral de justicia transicional, en que los crímenes internacionales no pueden ser objeto de amnistía o indulto sino que deben ser juzgados. Aquí no hay impunidad", enfatizó Santos este jueves.
El presidente colombiano agregó que el acuerdo que se adelanta con las FARC "no es un acuerdo perfecto, como no lo es ningún acuerdo de paz, pero los conocedores del tema y los expertos internacionales coinciden en que es el mejor acuerdo de justicia transicional que se ha hecho hasta ahora en la historia".
El Gobierno de Colombia y las FARC mantienen diálogos de paz desde noviembre de 2012 con el objetivo de terminar el conflicto armado que vive el país desde hace más de medio siglo, y que es considerado el más antiguo del hemisferio.