"Hemos decidido celebrar el cambio de año en la sobriedad y la meditación", cita el comunicado a la alcaldesa de la capital gala, Anne Hidalgo.
Según el texto, "como es tradición en París, los turistas y los vecinos podrán volver a reunirse en el lugar que se conoce como "la avenida más bonita del mundo".
En la región de París también se restringirá la venta y el uso de fuegos artificiales, así como la venta y el consumo de alcohol y bebidas en envases de vidrio.
Más de 11.000 soldados, policías y efectivos de servicios de emergencia velarán por la seguridad en las calles parisinas durante la Nochevieja; en particular, el dispositivo policial en los Campos Elíseos estará compuesto por unos 1.600 agentes.
"El riesgo de ataques es real y conocido desde hace semanas", dijo la víspera el prefecto de policía de París, Michel Cado.
Al mismo tiempo, aseguró que "no hay nuevos elementos específicos en el área metropolitana de París" ni "evidencias concretas para precauciones especiales".
La alerta antiterrorista se mantiene en la capital francesa tras los atentados del 13 de noviembre que se cobraron la vida de 130 personas y dejaron heridas a más de 350.
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En la vecina Bélgica, las autoridades también decidieron suspender los fuegos artificiales en la capital del país, Bruselas, tras un estudio de la situación por la Organización de Coordinación para el Análisis de la Amenaza y una reunión del gabinete de crisis del Ministerio del Interior.