Michael Tomasky, de The Daily Beast, explica que la única posibilidad de Biden pasa por una campaña agresiva, en la que subraye con palabras rotundas el "peligro" que entrañaría que el partido elija a Clinton y, poco después, aparezca un correo comprometedor, "el Santo Grial que provoque que todo se derrumbe", entre la montaña de emails oficiales que la ex secretaria de Estado envió desde su cuenta personal entre 2009 y 2013.
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Las apuestas por Biden, que de momento permanece muy lejos de Clinton en las encuestas, se dispararon después de saberse que había visitado durante el fin de semana a la muy carismática y popular senadora Elizabeth Warren, a la que podría sugerir que acepte figurar como vicepresidenta.
Finalmente Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, aseguraba que el presidente Obama "no rechaza la posibilidad de apoyarle durante las primarias demócratas".
Sostiene Tomasky que Biden necesitaría ganar, al menos, un par de votaciones al principio de las primarias para consolidarse, pero ve muy posible que eso suceda, aunque otros, como la cadena de televisión NBC, opinan que su irrupción beneficiaría políticamente a una Clinton que es mucho mejor, más eficaz, más carismática, más contundente, si actúa de forma reactiva, presionada por otros candidatos con posibilidades.
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Como escribe Beatrice Gitau en el Christian Science Monitor, aunque Obama ha intentado ser neutral, tal vez tuviera que elegir, y tanto Biden como Clinton han sido dos piezas fundamentales durante su presidencia.