La Embajada de Israel en España también "condena rotundamente" en un comunicado la cancelación del concierto del cantante estadounidense de religión judía, que a su juicio se ha producido "por motivos de censura ideológica con tintes antisemitas".
Sin embargo, los organizadores del evento y la asociación que convocó el boicot, la plataforma 'Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) a Israel', señalaron en repetidas ocasiones que pidieron una declaración pública a Matisyahu porque fue el único artista invitado que puso en duda la existencia de Palestina y actuó en festivales "prosionistas", además de dar su apoyo en redes sociales a un vídeo institucional que justificaba la ocupación de Cisjordania, condenada por la ONU.
Los activistas aseguran que este artista ha llegado a afirmar que "Palestina no existe" en algunas entrevistas.
Ante esta situación, decidieron pedir explicaciones al artista debido al "alto compromiso" del Rototom con la causa palestina.
La organización BDS aseguró que le pidieron a Matisyahu que "simplemente pusiese, aunque fuese un tuit, declarando que estaba a favor del cumplimiento del derecho internacional y los derechos humanos en Palestina, y se negó".
Los organizadores insisten en que no se trataba de un problema religioso, sino de derechos humanos.
"La identidad étnica o religiosa nunca ha sido objeto de nuestra acción política, porque nos es irrelevante", afirman en un comunicado en el que se definen como "un movimiento que lucha por los Derechos Humanos, por el Derecho Internacional y contra el sionismo, el genocidio y el apartheid".