El titular de la entidad ha precisado que la facción encabezada por el presidente Omar al Bashir ha obtenido 323 escaños de los 450 que componen el Legislativo, mientras que su rival más cercano — el Partido Unionista Democrático — recibió 25 mandatos.
Según la comisión, la participación ascendió a 46,4%, lo que constituye más de seis millones de electores.
Los ciudadanos fueron a las urnas entre el 13 y el 16 de abril para elegir al presidente, diputados y miembros de los consejos locales en las provincias por primera vez desde la separación de Sudán del Sur en 2011.
Omar al Bashir, que gobierna el país desde el golpe de estado de 1989, era el favorito. Entre sus quince adversarios no había ninguno que pudiera interponerse en su carrera triunfal y es que la mayoría de los opositores boicotearon el proceso.
Los países occidentales y organizaciones occidentales rechazaron enviar a sus observadores y la Unión Europea emitió un comunicado en que cuestionaba la legitimidad de estos comicios.
Por el contrario hicieron un seguimiento del proceso la Liga Árabe, varias instituciones africanas y asiáticas y China que tiene enormes intereses económicos en en el país.
Rusia, por su parte, envió a dos observadores.
Las elecciones se celebraron en medio de los enfrentamientos que no cesan entre el ejército gubernamental y los rebeldes en Darfur, Kordofán del Sur, la provincia del Nilo Azul, así como la crisis económica que estalló tras la pérdida de los territorios del sur del país que albergaban grandes yacimientos de petróleo.