"Durante la sesión del Consejo, el mandatario ha confirmado que en nuestro país persiste un alto nivel de amenaza terrorista. Ha reafirmado que hará todo lo posible para garantizar la seguridad de los ciudadanos", dice el comunicado del Elíseo.
El líder francés resaltó la necesidad de movilizar todos los recursos del Estado para prevenir las amenazas y ordenó reforzar las medidas de seguridad permanentes, entre ellas, la custodia de los santuarios con la ayuda de las Fuerzas Armadas.
Asimismo, Hollande exhortó al Gobierno a colaborar con las compañías privadas para elaborar nuevos mecanismos de seguridad.
Francia extremó las precauciones tras una serie de ataques cometidos a principios de enero en la región de París. En tres días fallecieron 17 personas, incluidos tres policías.
El atentado de mayor resonancia, condenado por toda la comunidad internacional, se perpetró contra el semanario francés Charlie Hebdo que había publicado varias caricaturas del profeta Mahoma.
Después de estos ataques, Francia envió a unos 10.000 militares a vigilar lugares públicos y anunció una ampliación significativa de los efectivos de inteligencia.
