"Según las estadísticas, de todos los países de la UE, Chipre es el que más acusó el impacto", dijo Kasudilis en una rueda de prensa en la agencia Rossiya Segodnia.
El embajador precisó que las sanciones y las contramedidas de Moscú afectaron a "más del 50% de las exportaciones" del país y afectaron negativamente a la actividad de las compañías rusas que tienen su sede en Chipre.
Asimismo, explicó que Chipre sigue sufriendo los efectos de la crisis económica y calificó a Rusia como el principal socio comercial de su país.
Según Kasudilis, cuando la UE inició su política de sanciones, Chipre cuestionó su eficacia, abogando por las vías diplomáticas para la resolución del conflicto en Ucrania.
No obstante, Chipre tuvo que sumarse a la política de sanciones por su condición de miembro de la UE, agregó.
"Las decisiones comunitarias son un compromiso entre los países miembros, por eso Chipre tiene que cumplirlas", dijo Kasudilis.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la crisis en Ucrania y, en particular, tras la adhesión de Crimea a Rusia en marzo pasado, que los países occidentales califican de "anexión ilegal".
EEUU y la UE aprobaron varios paquetes de sanciones contra Moscú que afectan tanto a particulares como a empresas concretas y a sectores enteros de la economía rusa.
En respuesta, Rusia decretó el embargo por un año de productos agrícolas procedentes de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.