A finales de diciembre pasado la Rada Suprema (Parlamento ucraniano) adoptó una ley presentada por el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, sobre la renuncia al estatus de país no alineado.
El mandatario atribuyó la necesidad de retomar el rumbo a la OTAN al hecho de que la política de no alineación proclamada en 2010 "no se justifica" al no haber podido garantizar la integridad del país.
Por su parte, EEUU declaró que, en base a su estrategia de seguridad nacional para el 2015, apoyará a Ucrania, Moldavia y Georgia en su aspiración a adherirse a la OTAN.
Según expertos, es improbable que Ucrania sea admitida como miembro de la OTAN en los próximos 20 años.
El ex secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, también afirmó que para conseguirlo Ucrania necesita reunir unos requisitos, cuyo logro llevará mucho tiempo.
Además, la OTAN no admite a los países con contenciosos territoriales, como el que Ucrania mantiene por la soberanía de Crimea, que reclama a Rusia.