El nuevo líder ha reconocido que "Escocia está cambiando" y ha advertido que los laboristas escoceses deben cambiar también.
El cargo estaba vacante desde la dimisión, el pasado octubre, de Johann Lamont, quien acusó a la dirección nacional laborista de dictar directrices al norte de la frontera inglesa y tratar a la comitiva escocesa "como una sucursal de Londres".
Murphy tuvo un papel público muy notorio en la campaña del referéndum independentista, que ganó el movimiento unionista por una diferencia de diez puntos.
Pero la colaboración de laboristas con los conservadores británicos para evitar la ruptura constitucional de Reino Unido ha mermado la hegemonía tradicional de la izquierda política en Escocia.
Referéndum de independencia de Escocia > >
Desde la histórica consulta del pasado septiembre, el Partido Nacionalista (SNP) ha triplicado el número de afiliados y despunta en los sondeos de intención de voto, tanto para las elecciones generales de mayo de 2015 como las autonómicas de 2016.
Murphy ha de reconducir el proyecto laborista en Escocia con su adjunta, Kezia Dugdale, quien también ha sido elegida este sábado.
La región, que está representada en el parlamento de Westminster por 41 diputados laboristas de los 59 escaños escoceses, puede determinar la composición del próximo gobierno del Reino Unido.
Murphy no renovará su escaño escocés en Westminster e intentará entrar en el Parlamento Edimburgo en las autonómicas de 2016.
Hasta entonces, su número dos liderará a los laboristas escoceses en Holyrood, haciendo frente a Nicola Sturgoen, quien sucedió a Alex Salmon en la dirección del SNP y del gobierno autonómico este otoño.
