En este documento, los dirigentes de Alemania, Canadá, EEUU, Francia, Italia, Japón y Reino Unido destacan que sus "acciones colectivas e individuales contra la corrupción son cruciales para crecimiento económico, desarrollo sostenible y mantenimiento de la paz y la seguridad".
"Promoveremos esfuerzos globales para combatir la corrupción", señala la declaración.
Un mayor grado de transparencia en usufructo legal y disposiciones legales "es vital para impedir que se usen para corrupción, evasión fiscal, financiamiento del terrorismo y blanqueo de capitales", destacan los líderes del G7.
Un plan de acción aprobado por los Siete prevé entre otras medidas la cooperación en materia de extradición por delitos de corrupción.
"No cejaremos en nuestro empeño de seguir promoviendo medios eficaces y efectivos para proporcionar la asistencia legal mutua y la extradición de personas por delitos de corrupción, de conformidad con los instrumentos nacionales e internacionales aplicables, respetando el principio de la ley y la protección de los derechos humanos", consta en el plan.