Tras varias rondas de azotes, el hombre ordena a una mujer que intentaba cubrirse el trasero con una mano que la retire.
El vídeo empezó a circular el lunes y ha despertado la indignación de los internautas, que ven en el castigo una violación de los derechos fundamentales de los trabajadores.
Funcionarios del banco de la provincia de Shanxi han confirmado al diario Beijing Times que los azotes eran solo una parte de la jornada de formación y que otros 16 trabajadores hubieron de raparse la cabeza.
El hombre de los azotes no forma parte de la plantilla del banco sino es que es un entrenador externo llamado Jiang Yang y que, según fuentes citadas por el diario, cobra unos 100.000 yuanes (15.200 dólares) por día.
Jiang ha defendido que los azotes "son una de las vías más efectivas" en su cometido aunque ha admitido que sus métodos pueden no ser aceptables para todos.
La rama nacional del banco ha confirmado el despido de dos ejecutivos y ha asegurado que ayudará a los ocho azotados a cobrar una indemnización.