Tian Jin, vicepresidente de la Administración Estatal de Prensa, Publicaciones, Radio, Cine y Televisión, ha recordado que es preceptiva la "fidelidad ilimitada" al partido en un artículo publicado en el Diario del Pueblo.
Tian asegura que el cumplimiento de la disciplina propagandística no sólo es obligatoria sino que garantiza el éxito de las carreras de los profesionales.
"Programas que exageran los asuntos célebres de las redes sociales, ridiculizan las políticas estatales, extienden perspectivas equivocadas y apoyan las extremistas o generan conflictos serán severamente castigados", añade.
El artículo también exige que se supere "la tendencia de ignorar la disciplina y las normas".
Las nuevas medidas coinciden con nuevas restricciones a la influencia de los formatos extranjeros en la parrilla televisiva.
Fórmulas televisivas exitosas en Europa o Corea del Sur han sido importadas en los últimos años a China, donde también han gozado de una gran respuesta popular.
"La confianza en programas importados ha exprimido los incentivos creativos de los productores y cadenas nacionales", ha explicado la administración.
China ha extremado en los últimos años la vigilancia sobre la industria de la cultura y ocio al entender que sirve de vehículo de entrada para los valores occidentales.