El canciller ruso destaca el fracaso de los planes de Occidente para aislar a Rusia

MOSCÚ (Sputnik) — Los planes de Occidente para aislar a Rusia fracasaron, declaró el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Sin embargo, también subrayó que la presión de Occidente sobre Rusia continúa, incluso utilizando el conflicto en Ucrania.

"Los planes de la minoría occidental de aislar a Rusia y de crear 'un cordón sanitario' alrededor de nuestro país fracasaron", dijo el ministro al intervenir en una sesión de la Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso).

Lavrov hizo hincapié en que los propios iniciadores de las medidas antirrusas reconocen su derrota, pero siguen utilizando las herramientas de la guerra híbrida contra Rusia.

"Todavía están lejos de agotar el potencial de agresividad y seguirán aumentando la presión sobre nosotros y nuestros aliados, utilizando para ello no solo el régimen de Kiev, sino un amplio arsenal de herramientas de guerra híbrida en la economía, las finanzas, el espacio informativo, la cultura, el deporte, todo esto lo observamos a diario", recalcó Lavrov.

Rusia está abierta a una solución "que tenga en cuenta sus intereses"

Lavrov reiteró la intención de su país de entablar negociaciones para zanjar el conflicto ucraniano. "Seguimos abiertos a una solución política y diplomática que tenga en cuenta nuestros intereses", señaló.

Esa solución, añadió, debe tomar en cuenta la realidad que llevó a la actual situación.

"Ante la falta de propuestas serias por parte de los que nos declararon la guerra y su falta de deseo de tener en cuenta nuestros intereses y la realidad en el terreno, no es posible sentarse en la mesa de negociaciones", subrayó.

El canciller remarcó que Estados Unidos y los países de su órbita siguen "soñando" con infligir una derrota estratégica a Rusia.

"Pero últimamente, ante los éxitos del Ejército de Rusia en el teatro de operaciones ucraniano, en Occidente hablan más ya no de su victoria, sino de evitar que venza [el presidente de Rusia, Vladímir] Putin", indicó.

El jefe de la diplomacia rusa recalcó que su país garantizará su seguridad nacional en todo su territorio, incluidas las cuatro nuevas regiones que se adhirieron en septiembre de 2022, y se lograrán los objetivos de la operación especial en ese contexto.

Rusia seguirá frustrando la "ucranización" de la agenda del G20

El diplomático también precisó que Rusia seguirá esforzándose para detener los intentos de los países occidentales de "ucranizar" la agenda dentro del G20.

"Juntos con los Estados del sur global, continuaremos frustrando los intentos de la minoría de convertir el G20 en un instrumento para lograr sus propios objetivos egoístas, incluida la 'ucranización' de la agenda de esta asociación", subrayó Lavrov.

El canciller agregó que, teniendo en cuenta lo mencionado, Moscú se está preparando para participar en una reunión de ministros de Exteriores del G20, que tendrá lugar la próxima semana en Río de Janeiro.

Creado en 1999, el G20 está integrado por los países del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, Italia y Japón) más la Unión Europea, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía.

A finales del año pasado, Brasil asumió la presidencia del grupo.

Comercio entre Rusia y China "aumenta a un ritmo récord"

Lavrov apuntó al desarrollo de la cooperación con China e indicó que es una tarea primordial para Rusia actualmente.

"Estaremos desarrollando la cooperación con China en todas las esferas, enfocándolo como una importantísima tarea para nosotros. El comercio entre ambos países aumenta a un ritmo récord. Este año celebraremos con nuestros amigos chinos el 75 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, que hoy día tienen el mejor nivel en toda su historia", subrayó.

Anteriormente, la oficina de prensa del Kremlin comunicó que el comercio ruso-chino alcanzó la meta de 200.000 millones de dólares antes del plazo previsto, marcando el récord de 227.700 millones de dólares.

El director del primer Departamento de Asia de la Cancillería rusa, Iván Zhelojóvtsev, relató anteriormente a Sputnik que Rusia ocupó en 2023 las posiciones líder entre los socios de China en cuanto al aumento del comercio bilateral, mientras el comercio chino con EEUU y Japón se ralentizó el año pasado.

La situación en Transnistria

Abordando la cuestión de normalización de la situación en Transnistria, Lavrov indicó que Rusia hará todo lo posible por reanudar ese proceso político. El ministro señaló que una de las víctimas de la política antirrusa de Chisináu fue el acuerdo político sobre Transnistria del grupo 5+2, en el que Rusia actúa como garante y mediador.

"Haremos todo lo posible para invertir esta tendencia en favor de la reanudación del proceso político, pero todavía tenemos 200.000 ciudadanos viviendo allí, y por supuesto nos preocupa su suerte y no permitiremos que se conviertan en víctimas de otra aventura occidental", subrayó Lavrov a la prensa.

Según el canciller ruso, Occidente no quiere convocar el proceso y dijo que entiende que la presidenta moldava, Maia Sandu, "hará lo que le digan."

"Se puede intentar resolver el problema sin Rusia, y en general sin ningún mecanismo reconocido internacionalmente", añadió Lavrov.

Las negociaciones sobre el problema de Transnistria en el formato 5+2 incluyen a Chisináu y Tiráspol, como partes en el conflicto, Rusia, Ucrania y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), como mediadores, y a la Unión Europea (UE) junto con Estados Unidos, como observadores.

La historia de Transnistria, situada a lo largo de la frontera moldavo-ucraniana, se remonta a 1992, cuando varios distritos de la ribera oriental del Dniéster, de población mayoritariamente rusohablante, se rebelaron contra las autoridades moldavas y proclamaron la creación de la República Moldava de Transnistria por temor a que Moldavia se fusionara con la vecina Rumanía, tras el colapso de la Unión Soviética.

Actualmente, Transnistria es un territorio fuera del control de Chisináu, con todos los atributos de un Estado, incluso una moneda propia. El mantenimiento de la paz en la zona del conflicto corre a cargo de un contingente mixto de Rusia, Moldavia y Transnistria. Tiráspol insiste en obtener la independencia, pero Chisináu se la niega, ofreciendo a cambio una amplia autonomía.

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