La vicecanciller para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Martha Delgado, reiteró el compromiso de México y llamó a la acción conjunta "para cerrar espacio a los mercados ilícitos de armas, a la corrupción, al lavado de dinero, a los flujos financieros ilícitos, a la trata de personas, al tráfico de drogas, migrantes, bienes culturales y especies, y otros delitos ambientales y los ciberdelitos", según el informe diplomático.
Asimismo subrayó la necesidad de generar "oportunidades, especialmente, para los sectores más vulnerables".
La peculiaridad de esa estrategia es que no se basa solo en perseguir delitos, sino en "atender las causas estructurales que han alimentado la violencia y la delincuencia, como son la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades", dice el llamamiento del país latinoamericano.
Las autoridades de México estiman que cada año unas 200.000 armas son traficadas ilegalmente desde EEUU a su territorio, cruzando la frontera común.
Resolución adoptada por concenso
México presentó ante esta décima conferencia de la Convención de Palermo una resolución que fue adoptada por consenso, mediante la cual hace un llamado a toda la comunidad internacional para "fortalecer la cooperación contra el tráfico ilícito de armas, un flagelo que ha fortalecido a las organizaciones criminales y que se ha traducido en violencia y en la afectación del tejido social".
Funcionarios de la delegación mexicana, de la Fiscalía General de la República, de la Unidad de Inteligencia Financiera federal, pudieron compartir avances y retos de los esfuerzos nacionales contra las organizaciones criminales y los mercados ilícitos.
Ese trabajo se suma a la entrada en operación del Mecanismo de Examen de la Aplicación de la Convención y de sus Protocolos, que "permitirá verificar el grado de cumplimiento de los Estados a las disposiciones y compromisos que enmarca la Convención de Palermo".
La décima COP se llevó a cabo dentro de la conmemoración del 20 aniversario de la apertura a firma de esta Convención.
EEUU exige a México frenar el tráfico de drogas —sobre todo opioides sintéticos, como el mortífero fentanilo— hacia el territorio estadounidense y cumplir compromisos internacionales.
En respuesta, este país reclama el creciente tráfico de armas que son legales en la nación vecina, por sus leyes, pero son ilegales en este lado de los casi 3.200 kilómetros de frontera terrestre común, y aumentan la capacidad de fuego del crimen organizado.