"Hoy somos testigos de que Turquía está faltando a sus obligaciones. No acata los compromisos asumidos en el foro de Sochi, de acuerdo con los cuales debía haber instalado en estos territorios 12 puntos de control policiales, con agentes que llevaran armas ligeras (…) En lugar de policías, los turcos enviaron 11.000 efectivos armados", declaró a periodistas Jaafari, quien presidió la delegación siria en la 11ª reunión internacional de alto nivel que se desarrolló del 28 al 29 de noviembre en Astaná.
"Disponen de helicópteros y armas pesadas", afirmó.
Para Jaafari, "es necesario que las tropas turcas retiren todas sus tropas, si de verdad quieren ayudar a Siria".
"En primer término, deben retirarse las tropas que entraron ilegalmente en nuestro país", subrayó.
El diplomático advirtió que, si Ankara no resuelve el problema por la vía diplomática, "tomaremos otras medidas".
Además, Bashar Jaafari, acusó a Turquía de estar implicada en el reciente ataque químico de los terroristas en Alepo.
"Sabemos quién les suministró estas armas y les permitió usarlas, he dicho y seguiré diciendo a quiénes nos referimos: por supuesto, lo hicieron los turcos y en primer lugar el Gobierno turco, son ellos quienes emplearon armas químicas en Alepo a través de una organización terrorista", dijo Jaafari.
Agregó que "se trata de una gran escalada del conflicto, que muestra que los acuerdos alcanzados en el Foro de Sochi no se cumplen".
El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov, informó el domingo que la aviación rusa lanzó una represalia aérea en la gobernación vecina siria de Idlib para destruir los sistemas de artillería que los grupos armados habían utilizado para atacar Alepo con sustancias tóxicas y prevenir otro ataque similar que aparentemente estaban preparando.
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Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná, copatrocinada por los países garantes de la tregua: Rusia, Turquía e Irán.