Los soldados entrevistados dijeron haber recibido una orden de trasladar un grupo de barcos a través del estrecho de Kerch.
Otros tripulantes también afirmaron haber recibido órdenes para dirigirse al puerto ucraniano de Mariúpol atravesando las aguas territoriales de Rusia. Al violar la frontera, los marinos debían esperar instrucciones.
Cuando los militares rusos abrieron fuego contra las embarcaciones ucranianas, el capitán tomó la decisión de detener el navío, según contó el vigía naval Serguéi Tsibizov.
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Pos su parte, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, indicó que Rusia actuó en conformidad con la ley y el derecho internacional durante el incidente.
"Los violadores de la frontera se persiguen por la ley, en estricta conformidad con la ley", agregó.