"Indudablemente, el 'establishment político' polaco se beneficia de mantener los horribles mitos acerca de la presunta amenaza rusa. Este miedo no tiene una explicación razonable", aseveró Milónov a Sputnik.
"Este es el lugar donde se preparan los auténticos titanes de ideas diplomáticas y cuya cualificación no se cuestionará en Polonia", recalcó, posiblemente en referencia al caso del extitular interino de Exteriores ucraniano, Andréi Deshitsa, conocido por haber perdido su cargo poco después de ofender públicamente a Rusia durante unas protestas en Ucrania.
Milónov no fue el único político que había reaccionado a la controvertida decisión de Polonia. El primer vicepresidente del Comité para Asuntos Internacionales del Senado ruso, Vladímir Dzhabárov, considera que Polonia perdió a verdaderos profesionales al emprender esta jugada.
"Claro está que es una absoluta estupidez. Los políticos polacos compiten entre sí para decidir quién es capaz de fastidiar a Rusia de la manera más dolorosa posible", aseveró el senador a la vez que recordó que muchos políticos eminentes en varios países se graduaron en universidades rusas.
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Dmitri Ofitserov-Belski, el docente de la Facultad Social-Humanitaria de la Escuela Superior de Economía, recuerda que las actuales acciones diplomáticas de Polonia —con fuertes tendencias de hostilidad hacia Moscú— se formaron en su mayor parte en la época de Radoslaw Sikorski, que encabezó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia entre 2007 y 2014.
Pero incluso el propio arquitecto de 'la línea dura' contra Rusia no vio nada malo en su plantilla de diplomáticos egresados de una universidad rusa.
"Había muchos diplomáticos que se habían graduado en las universidades soviéticas pero Sikorski no tenía ni la menor duda acerca de su preparación profesional y la lealtad [al Estado]", enfatizó.
Recientemente el actual canciller polaco, Jacek Czaputowicz informó que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia despidió a casi todos los diplomáticos graduados en el Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO).
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Los informes iniciales sobre la inminente decisión de expulsar del ente diplomático a todos los especialistas 'rusos' salieron ya en enero de 2018. En aquel entonces, el rechazo a hacerlo se citó entre las causas más probables de la destitución del titular de Exteriores anterior, Witold Waszczykowski, que se negaba a cambiar tan drásticamente la plantilla de su ministerio en detrimento de su nivel de formación.
Sin embargo, su sucesor actual no tenía estas preocupaciones, y se mostró dispuesto a sacrificar la profesionalidad en favor de la hipotética 'pureza ideológica'.