Se les pidió a sus ciudadanos valorar la reciente ley estadounidense que permite sancionar a las compañías comunitarias que cooperen con empresas rusas en proyectos energéticos.
Polonia, a su vez, mostró una tendencia contraria. Casi el 40% de los consultados en ese país consideran que las sanciones norteamericanas son aceptables, incluso si estas afectan a los intereses de las empresas europeas.
Lea más: "La desconexión está progresando": Polonia puede abandonar la UE
Los datos del sondeo no sorprenden en absoluto a Pedro Mouriño, presidente del grupo español Iberatlantic Global Corporation, quien dijo en entrevista con Radio Sputnik que los mismos constatan el alto grado del sentimiento "antirruso" en Polonia, el cual es promovido por sus autoridades.
Según se desprende de las palabras de nuestro interlocutor, lo que hace el Gobierno polaco es tirar piedras contra el tejado propio.
Además: Polonia busca el apoyo de EEUU en la disputa por el gasoducto Nord Stream 2
La rusofobia del Gobierno polaco perjudica, además, a las naciones comunitarias que sí quieren que se pueda cooperar con Moscú sin ningún tipo de restricciones. Y es que el levantamiento de las sanciones comunitarias a Rusia solo es posible si hay consenso entre todos los países miembro, mientras que lo que hay actualmente es "una dicotomía", según reveló el sondeo de Sputnik.
Para sus socios de la UE, Polonia "se ha convertido en el vecino gruñón, malencarado, malhumorado", indicó Pedro Mouriño, quien se mostró crítico con las sanciones occidentales impuestas a Rusia, así como con que "las autoridades norteamericanas" sancionen a Estados de la UE por sus "decisiones autónomas".
Cabe señalar, en este contexto, que el estudio de Sputnik reveló el hecho de que las sanciones norteamericanas que buscan perjudicar la cooperación entre Rusia y la UE son mal vistas, fundamentalmente, por personas que tienen una formación académica, es decir, cuanto más alto es el nivel de educación del ciudadano, más crítico se muestra respecto a las sanciones.
"Normalmente, las personas con un alto nivel educativo o con un alto nivel profesional abordan los problemas o los desafíos desde un punto de vista racional" y, por lo tanto, se dan cuenta del impacto negativo de las políticas antirrusas, puesto que las mismas les "tocan su propia cartera", manifestó el analista español.
Y en "una persona con nivel formativo o nivel profesional bajo, normalmente, prevalecen los criterios emocionales", es decir, puede llevarse fácilmente por un discurso tipo "los rusos son malos, los rusos son una amenaza", concluyó Pedro Mouriño.
Lea más: Polonia espera un aumento de la presencia militar de EEUU en su territorio