"Juro solemnemente cumplir las funciones que me fueron conferidas en calidad de directora general de la Unesco con lealtad, dignidad y fidelidad", dijo Azoulay.
La exfuncionaria francesa fue aprobada el pasado 10 de noviembre en ese puesto, donde sustituirá a la búlgara Irina Bokova, que ocupó el puesto desde 2009.
Según la jefa de la Unesco, el mundo "reniega de los valores universales" y por eso no puede reaccionar de manera global a los retos mundiales, que no tienen fronteras.
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Entre los problemas que afronta su organización, la directora general mencionó la falta de financiamiento, las contradicciones que existen entre algunos países miembros y el alejamiento de ciertos Estados.
Azoulay prometió llevar a cabo una política independiente y tomar decisiones que beneficien al máximo el organismo internacional.
Bokova felicitó a la nueva directora general de la Unesco y expresó su seguridad de que en manos de la dirigente francesa el organismo continuará siendo "una fuerza blanda" que logrará alcanzar importantes objetivos.