A diferencia de otros estudios realizados con el objetivo de determinar la velocidad del tiranosaurio rex, el elaborado por la Universidad de Mánchester no ha tenido en cuenta el tamaño de los músculos que este gigante podría haber tenido, sino el de sus huesos, de los que sí se tiene constancia.
Las investigaciones previas apuntaban a que el dinosaurio era capaz de correr a una velocidad de entre 24 y 64 km/h.
El descubrimiento ha sido posible gracias a una nueva técnica de modelaje por ordenador que tiene en cuenta tanto datos sobre los tejidos musculares como del esqueleto de este animal.
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Los resultados, aunque de poca utilidad hoy en día, abren la puerta a cambiar, en el futuro, la comprensión que se tiene actualmente sobre estos gigantes depredadores.