Los acuerdos de "delación premiada" que Yousseff firmó con los investigadores posibilitaron la detención de decenas de implicados en la trama.
Vivirá con una tobillera electrónica en un apartamento de 50 metros cuadrados en uno de los barrios más exclusivos de la capital, frente al parque de Ibirapuera, y el 17 de marzo del año que viene quedará en libertad.
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Junto con el exdirector de Abastecimiento de Petrobras Paulo Roberto Costa Yousseff fue el primer delator de la Lava Jato e inauguró una tendencia que marcaría el resto de la Operación Lava Jato, la de delatar a colegas corruptos a cambio de tener beneficios penitenciarios.
Los dos confesaron a la Justicia ser los brazos del Partido Progresista (PP) dentro de la trama corrupta, los encargados de recaudar dinero irregular de sobornos y distribuirlo entre los políticos.
En su primera confesión al juez Sérgio Moro en octubre de 2014 Yousseff aseguró que él no era el mentor del esquema, sino una "pieza del engranaje" y que había gente mucho más importante por encima de él.