"El paquete de fotones podría contener su secuencia única de ADN, enviado para siempre al universo como unos y ceros, al igual que el código del ordenador", asegura Lubin.
El láser lograría esta secuencia binaria mediante el parpadeo rápido —encendido y apagado—.
"Si una civilización quisiera transmitir su presencia, el enfoque más inteligente sería una señal como la del faro", opina Philip Lubin.
El proyecto de Lubin y Brashears se llama Voces de la Humanidad. El objetivo es lanzar la mayor cantidad de cultura humana al espacio, involucrando a toda la humanidad en la exploración del cosmos. El proyecto es posible gracias al micromecenazgo: pequeñas donaciones permiten enviar al espacio poca información como, por ejemplo, algún tuit viral, mientras que grandes sumas de dinero harían posible poner películas, música o hasta ADN en la órbita terrestre.
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Brashears explica que su eventual meta es colocar chips con esta información a bordo de cada cohete que se lanza desde la Tierra. Al principio se limitarán a orbitar el planeta azul, pero, con el tiempo, podrían terminar alrededor de Marte, Júpiter, o en cualquier otro lugar.