Gatílov indicó que el informe británico confirma que en 2003 existían posibilidades del arreglo pacífico del problema iraquí.
"Eso solo muestra que en aquel tiempo no fueron agotados medios para solucionar pacíficamente el problema iraquí", precisó.
Destacó que "lo que ahora se ha publicado en el Reino Unido solo confirma que teníamos razón en aquel momento".
A su vez, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, declaró que el informe, presentado por John Chilcot, confirma que la acción militar fue ilegal e innecesaria.
La portavoz subrayó que la necesidad de unirse a la campaña fue argumentada con un "fraude evidente" sin basarse en los hechos.
"Queda pendiente la cuestión principal, quién y en qué medida tendrá la responsabilidad de la muerte, reconocida en el informe, de al menos 150.000 iraquíes, sin considerar los millones de refugiados y cientos de miles de heridos", agregó.
El 6 de julio se publicó un informe de la Comisión Independiente del Reino Unido que llevó a cabo una investigación oficial de la participación británica en la campaña de Irak en 2003 a 2009.
De acuerdo a las declaraciones del jefe de la comisión, John Chilcot, la invasión británica en Irak fue un gran error ya que los más afectados fueron los iraquíes y las acciones británicas socavaron la autoridad del Consejo de Seguridad de la ONU.
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Según el informe, no existieron fundamentos suficientes para la invasión británica en Irak y todas las posibilidades de alcanzar la paz fueron rechazadas.