"Confiamos en que estas medidas políticas serán reconocidas como legítimas", dijo una portavoz de la Casa Blanca, Brandi Hoffine.
En 2014, el mandatario emitió varios decretos que permiten postergar indefinidamente la deportación de entre cuatro y cinco millones de migrantes ilegales, incluidos los padres de ciudadanos estadounidenses o de residentes legales.
Sin embargo, el Congreso, controlado por los republicanos, se opuso a la reforma y la congeló con una demanda judicial.
Un fallo favorable de la Corte Suprema ayudaría a Obama a implementar uno de los puntos clave de su agenda pese a la oposición del Congreso.
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Se prevé que el máximo tribunal del país realice audiencias en abril próximo y emitirá su dictamen en junio.