Tal y como se puede apreciar en las imágenes que compartió uno de los espectadores de este enfrentamiento, los dos felinos echaron toda la carne en el asador haciendo uso tanto de sus garras como de sus fauces.
En un determinado momento los dos linces vuelven a ponerse de pie, mientras el perro del autor del vídeo empieza a ladrar, y como es normal en la naturaleza, el más pequeño de los dos admite su derrota y abandona el lugar de los hechos.Según el autor del vídeo, los dos felinos estaban luchando para determinar quién era el dueño del territorio. De hecho, indica el autor del vídeo, los linces suelen frecuentar su vecindario, donde andan de casa en casa marcando su territorio.
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