Los animales, nativos de las calientes tierras de África, son colocados en jaulas con clima similar al que están acostumbrados durante el invierno, cuando las temperaturas en Rusia bajan varios grados bajo cero.
Estos recintos, sin embargo, son menores que aquellos en los que viven las suricatas en el verano. Por esta razón, los cuidadores de los animales buscan alternativas para mantenerlos ocupados y entretenidos.
El pelotero ha sido una de esas creativas soluciones de ocio para los bichitos. Al parecer, la piscina ha sido aprobada por las suricatas.