El hombre hizo a la medida de la nariz y los ojos de Billie y Seymour, los tiernos perritos, varios agujeros en la cerca.
Ahora, los dos pueden meter sus caritas en los agujeros para poder ver y oler a su dueña mientras se acerca a la casa y cada día recibirla cómo se debe sin molestar a los vecinos con sus ladridos.
El vídeo, publicado en la red social TikTok, rápidamente se hizo viral, recibiendo más de dos millones de me gusta y más de 18.000 comentarios.