Esto fue lo que les ocurrió a unos turistas en Sudáfrica, que se quedaron en la terraza de un restaurante después de desayunar en el Singita Ebony Lodge. Según narra la autora del vídeo, la primera señal de la llegada del depredador vino de las bocas de los monos vervet, que se pusieron a gritar al ver al leopardo.
Sin embargo, los empleados que trabajan en aquella región están entrenados para este tipo de encuentros, así que entre los humanos no cundió el pánico mientras el leopardo pasó entre las mesas para investigar un poco.
De hecho, desde la terraza superior el leopardo vió su propio menú del día, un antílope bushbuk que estaba pastando cerca del restaurante. Entonces el felino decidió bajarse para agarrar su plato principal del día, y al final de la grabación se puede oír el grito de alarma que emite el bushbuk al percatarse que está apunto de convertirse en la comida del leopardo.