Antes de ir a la cascada los viajeros hablaron con una anciana sobre la supuesta actividad de unos elfos en la zona cerca del cañón Ásbyrgi. El lugar tiene fama de ser la capital de los elfos en Islandia.
El testigo asegura no haber utilizado ningún filtro o efecto a la hora de grabar el vídeo.
"Estando a cuatro horas de distancia, no podía dar la vuelta y comprobarlo de nuevo, así que publiqué mi historia en Instagram preguntando a mis seguidores lo que pensaban. ¿Elfo? ¿Ovni? (…) ¿Troles?", señaló.
Y a ti, ¿qué te parece? Comparte tu opinión en la sección de comentarios.