"No creo que el tipo ni siquiera lo haya visto", contó el autor de la grabación, Logan Marshall.
Agregó que el agua estaba tibia, las olas eran grandes y que había docenas de delfines jugando en el agua. Según él, los surfistas se sentían cómodos porque había muchos camarones en el agua y varios barcos pescando no muy lejos de la playa.
Asimismo, añadió que a un par de kilómetros de ese lugar, otro surfista fue mordido, posiblemente por un tiburón, ese mismo día.
El vídeo fue registrado en los Bancos Externos, en Carolina del Norte (EEUU).