"Enterramos a mi perro, Fred, en la arena de la playa para ver si se quedaba tranquilo y se quedó", dijo el dueño del animal al canal ViralHog.
El can, que ganó además una gorra y unas gafas de sol, parece bastante a gusto en tan insólita situación.
Las imágenes se registraron en una playa de Saquarema, Río de Janeiro, el último 31 de diciembre.