"Mi esposa apuntó [a ballet] a las dos niñas, por ello empecé a asistir a las clases con una y ella con la otra (...) Lo hago todo por mis hijas. Ser gay, ¿quién sabe? En mi casa solo está mi esposa y mis hijas. No me preocupo de lo que la gente dice, es normal", explicó.
Tal actitud es la causa por la que su mujer, Jaqueline Amorim, cree que "ha ganado el mejor premio del mundo" al tener un marido así.